Por Tomás Raffo co-coordinador IEF CTA Autónoma.
Nunca es tarea sencilla realizar el balance económico y social de un año. Son múltiples las variables y dimensiones a tener en cuenta, y siempre que se pondera una de ellas, forzosamente se deja de lado una variada gama de otras. Sin embargo y por desgracia, el año 2022 es extremadamente sencillo para realizar el balance. Hay una variable que sobresalió como ninguna otra, y al mismo tiempo es una variable sensible para los sectores populares, y clave del ordenamiento económico y social vigente. Nos referimos a la tasa de inflación, que para el 2022, alcanzó un registro histórico del 94,8% anual; el más alto de los últimos 32 años.
Nunca, desde los ´90, ni aún en los gobiernos que se sucedieron luego del estallido de la Convertibilidad, la inflación llegó a este nivel. Lo más cercano había sido el último año de la Gestión de Cambiemos en el 2019, donde luego de la derrota electoral de las PASO, el Gobierno de Macri llevó adelante una política de shock distributivo regresivo, vía una fuerte devaluación, que llevó la inflación al 54% anual, récord hasta aquel entonces del proceso inflacionario. Sin embargo, en el 2022 la gestión del Frente de Todos prácticamente duplicó el registro histórico de inflación que había tenido la gestión de Macri.
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