EL ACUERDO CON EL FMI Y LA TRAMPA DEL TÍO VAGO. DEVALUACIÓN NO ES REACTIVACIÓN NI SOLIDARIDAD SOCIAL.
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“San Juan trae suerte” dijo el Ministro de Economía y precandidato presidencial por el oficialismo, para señalar el inminente anuncio de acuerdo con el FMI. Toda una definición de la más completa ausencia de soberanía en materia de definición de la política económica. La suerte, o mejor la voluntad del FMI, explican la decisión de que los vencimientos de deuda que el país tiene con el organismo, se paguen con una nueva deuda otorgada por otro organismo internacional (en este caso la CAF – Confederación Andina de Fomento) que le otorgará al país los U$S 1.000 millones para no caer en default con el FMI, bajo la garantía de que el FMI otorgará al país U$S 7.000 millones en la tercera semana de agosto (luego de las PASO), para que el país le devuelva a la CAF, y al mismo tiempo garantice los repagos de la deuda vieja con el FMI. Idéntica situación de otorgar deuda nueva para pagar deuda vieja se observará en noviembre, cuando el FMI realice un nuevo desembolso para garantizar el cumplimiento de los vencimientos de la deuda que la Argentina tiene con el organismo.
Traduciendo entonces, tenemos “suerte” en la expresión del Ministro, de que el FMI acepte que tomemos deuda de otro organismo (la CAF) para pagarle los compromisos de una deuda que tenemos con el FMI; deuda contraída con el Gobierno de Macri del 2017, otorgada ilegalmente por el propio FMI que violó sus estatutos, y que el FMI nuevamente nos va a seguir prestando plata para pagarle la deuda ilegítima, a condición de fijar la dirección de la política económica del país. A eso le llama suerte el Ministro, cuando bien leído no es más que el mantenimiento de una cesión de soberanía del país hacia el organismo. Cesión de soberanía que gestada por Macri, el nuevo gobierno decidió aceptar pasivamente. La trampa de la deuda, donde el país ejerce el papel del rehén bobo,
pergeñada por el gobierno de Cambiemos, con el aval del FMI, y aceptada pasiva y complicemente por el Gobierno Nacional, es la particular “suerte” de la que nos habla el Ministro.
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