ärea Soberanía Marítima y Fluvial. El proyecto de Ley Ómnibus inicialmente contenía una modificación sustancial de la Ley de Pesca (Ley 24922) basada en una profunda desregulación1 del sector pesquero, que se llevaría a cabo mediante un sistema de licitación extranjera para optar por las cuotas de captura. En dicho proyecto, además no se exigía tripulación nacional ni el desembarco en puertos nacionales. Estas propuestas generaron un rechazo unánime de todo el sector pesquero, desde las cámaras empresariales hasta los sindicatos. Finalmente el capítulo pesca no se incluyó en el tratamiento final de la fallida ley ómnibus en el recinto de diputados. Sin embargo, varios hechos ocurridos desde principios de este año son motivo de preocupación, ya que aún persiste la intención de desregular la pesca no solo en el marco legal sino en la política de las autoridades pesqueras.

En efecto, durante este año, las reuniones del Consejo Federal Pesquero (CFP), el organismo encargado de administrar y controlar la pesca en el Mar Argentino, aún no han comenzado. El presidente del CFP, el Subsecretario de Pesca Juan A. López Cazorla, es responsable de las consecuencias inevitables que esto conlleva.

Un episodio reciente de pesca ilegal de merluza negra, protagonizado por un buque de capitales taiwaneses de bandera argentina en el mes de febrero, pone de manifiesto la liberalización que se pretende para esta actividad. El hecho de pescar sin permiso y extraer ejemplares juveniles de una especie protegida es gravísimo desde el punto de vista legal y ambiental. Sorprendentemente, el funcionario encargado de sancionar esta pesca ilegal recibió presiones para no tomar medidas y se permitió que el buque continúe pescando. Pablo Ferrara Raisberg Coordinador General en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, influyó en esta decisión.

Informe completo en PDF:

Print Friendly, PDF & Email