En este ensayo se habla sobre la soberanía alimentaria y la economía feminista como alternativas al mercado capitalista de producción. Se destaca la importancia de reconocer los derechos de las mujeres campesinas y su papel crucial en la producción agrícola y en la alimentación. También, se aborda la división sexual del trabajo y la necesidad de desnaturalizar la posición de las mujeres en ciertos espacios. Finaliza con ejemplos de resistencias femeninas en las luchas por la tierra y la importancia de visibilizar a la mujer como agente social en la resistencia por la soberanía alimentaria.