El libro examina la continuidad de la agricultura familiar campesina e indígena en el sur global, resaltando las acciones colectivas frente a desafíos como desalojos y desarrollo territorial. Se destaca la importancia de analizar estas dinámicas para potenciar la producción de alimentos, diversificar los ingresos, fortalecer las organizaciones, conservar el medio ambiente y promover la creación de empleo en áreas rurales.