América Latina ha experimentado un devenir de unión y ruptura marcado por influencias externas y directrices impuestas por importantes conglomerados globales. En la actual era digital, emergen desafíos ya conocidos, pero también se vislumbran oportunidades para explorar nuevos procesos de integración digital mediante la recuperación de territorios perdidos, la implementación de variadas tecnologías propias y la reubicación de empleos. Es imperioso establecer una estrategia de integración latinoamericana 4.0 que capitalice las competencias digitales regionales y fomente la autonomía digital.