El nuevo Informe del Monitor de Indicadores Sociales del IEF-CTA revela que continúa la depreciación del salario y que el rebote registrado en los últimos meses aún resulta insuficiente siquiera para recuperar la caída que experimentaron en los primeros meses de la gestión de Javier Milei.

El  INDEC publicó la semana pasada el informe sobre la  situación salarial de julio. Los funcionarios del Gobierno nacional  utilizaron esta información para sostener que el salario le ganó por cuarto mes consecutivo a la inflación y que ello era una muestra de las virtudes del actual programa económico. Sin embargo, la realidad está muy lejos de acompañar esta visión.

En julio la variación promedio del salario en el sector privado registrado y en el sector público fue  superior  a  la  inflación.  Crecieron  el 6,3%  y 6,7%  respectivamente,  contra  un  IPC  que  se incrementó el 4%

Sin  embargo,  este aumento  del  salario  real debe  ser  puesto  en  contexto.  En  primer  lugar, todavía  resulta  insuficiente  para  revertir  la  pérdida  de  los  meses  de diciembre  y  enero.  En  el sector  privado  registrado,  si  bien  ya  se  recortó  gran  parte  de  aquel  retroceso,  todavía  se encuentra  un  2,6%  por  debajo  del  nivel  de  noviembre.  En  el  sector  público  la  situación  es muchísimo peor: los valores actuales representan una caída del 16,9% en términos reales en el mismo período.

Comparar  contra  noviembre  de  2023  también  puede  resultar  engañoso.  Los  salarios  de  los trabajadores  registrados por entonces  estaban  en  los  niveles  más  bajos  de  la  última  década. De esta manera, la caída de este año profundiza un deterioro tendencial iniciado muchos años atrás: en julio de 2024 el salario real en el sector privado registrado acumulaba una caída del 20% en comparación con diciembre de 2016 y en el sector público este retroceso era del 35%.

Finalmente,  cabe  destacar  que  el  crecimiento  del salario  real  de  los  trabajadores  registrados en  estos  meses  responde  a  una  lógica  relativamente  sencilla.  Luego  del  fuerte  ajuste  en diciembre  y  enero,  que condujo  a  un  piso  mucho  más  bajo,  las  paritarias  comenzaron  a actualizarse por  inflación  pasada.  En  un  contexto  de  precios  que mostraron  una  variación mensual decreciente,  aunque  todavía  muy  elevada,  ello  permitió  que  el  salario  pudiera recortar  parcialmente  aquel  deterioro. Sin  embargo, este efecto solo  se sostendrá en  tanto y en  cuanto  la inflación  siga su camino  decreciente,  algo  que  no  parece  estar  sucediendo  en  la actualidad. De no existir una modificación de esta dinámica, el mejor escenario posible es una estabilización  del  salario  real  en  niveles  que  apenas  empatarían  con  los  que  fueron  los  más bajos  de  la  última  década  en  el  sector  privado,  y  que  profundizarían  un  deterioro muy significativo en el sector público.

Descargar documento: https://ctaa.org.ar/wp-content/uploads/2024/10/Actualizacion-en-materia-salarial-INDEC-Monitor-de-Indicadores-sociales-septiembre-2024.pdf

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